Evaluaciones Infantiles
“Antes de actuar hay que observar con lucidez una realidad no siempre grata, hay que tomar consciencia de las dificultades para transformar esta realidad” (Albert Jacquard)
El comportamiento de los niños es una forma en la cual, los pequeños nos comunican que algo les está sucediendo, en muchas de las ocasiones, es una fuerte llamada de auxilio hacia los adultos que les rodean. Sin embargo, en muchas ocasiones, no logran identificarlo y por lo mismo, les cuesta poder expresarlo con palabras, pues para los pequeños, se vuelve un entramado complicado de emociones y sensaciones que los sobrepasan.
La importancia de las pruebas psicológicas
La evaluación psicológica es una herramienta que nos permite observar y acercarnos a los niños de una manera indirecta y así, indagar la manera en la que el menor percibe su entorno, a las personas con las cuales se relaciona y saber, desde el propio niño, qué es lo que le está sucediendo. A través de la aplicación de diferentes pruebas psicológicas, podemos encontrar los indicadores en las diferentes áreas de desarrollo del niño; desde las capacidades cognitivas, inteligencia, personalidad, sexualidad, hasta la parte social, así como, en los diferentes ambientes en los que se desenvuelve como son el escolar y familiar y así, poder determinar las posibles causas del comportamiento, así como los factores que interactúan alrededor del niño y que influyen para mantener o aumentar la dificultad o las alteraciones en el comportamiento que el niño está presentando.
En psicología Integral, sabemos que la evaluación es una pieza fundamental en el trabajo terapéutico con los niños, pues permite la observación de la problemática de manera imparcial, así como la construcción de los puentes de comunicación entre padres e hijos. Nuestro primer encuentro es una entrevista únicamente con los padres o tutores en donde nos puedan comunicar su percepción con respecto a la problemática que les aqueja, la situación por la cual atraviesan, sus inquietudes, incertidumbres o sensaciones que les podría estar generando la situación con el niño, y de esa manera, tener claro qué es lo que esperan en cuanto al comportamiento de su pequeño. A partir de la evaluación realizada, nosotros podemos ayudarles a vislumbrar, de manera más clara, aquello que de una u otra manera su hijo intenta mostrar a través de su comportamiento, así como brindar información que les permita tomar decisiones con respecto a las alternativas existentes para un posible cambio que permita un mejor desarrollo en los pequeños.
La evaluación psicológica consta de: Entrevista con padres, Seis a ocho sesiones donde se aplica una batería de pruebas al niño, Elaboración y entrega de reporte.
Hannah Rodrigo